Por un milímetro de tu tiempo el mundo se detiene,
confluye el infinito en el cosmos, y de la nada, sueño.
Broto enconado en lo difuso, en la cúpula del
sótano, en la antena de la hormiga milimétricamente
ínfima. Que, por un segundo tuyo, abarca las magnitudes
de Dios.
!Que sorpresa! he caminado
dos horas por una Rosario lluviosa,
penetre en barrio echesortu
sabiendome en Belgrano o en
el macrocentro
sin que se me atraviesen por
penetre en barrio echesortu
sabiendome en Belgrano o en
el macrocentro
sin que se me atraviesen por
la mente mas que las cuarenta y nueve
palabras de la estrofa anterior.
Estoy abriendo la puerta de mi casa .Y para mi,
todo el trayecto
tan solo tuvo la duración de un ir y volver
hasta la esquina.
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