miércoles, 25 de agosto de 2010

La segunda muerte

El clavado que la noche se tiró contra el pavimento del alba
desde un décimo piso no me deja de doler en la cabeza
mas allá de las enteras tabletas de aspirinas.
Le presentamos documentos irrebatibles a
la memoria, fiscal en los tribunales de la nada
y perdimos el juicio final.
Naufragamos en las chispas de una fogata en
una isla desierta haciéndole señales
de humo al mar, solo para volver a desencontrarnos.

! Que alivio es tener la certeza de que nos odiamos
mutuamente hasta los átomos de las bombas!
Tuve un sueño en la que estabas inconfundiblemente
viva luego de los mil rituales
que le rendí a tu muerte en otras vidas.
Quizás el que murió fui yo y lo que sueño
son los rituales que vos me festejás , pero
no veo que me creman mientras derramás lágrimas
de taller de teatro barrial con sal de polietileno.

!Que mierda, estoy muerto de tanta muerte!
Muerto hasta el paro cardíaco del suicidio
que los ángeles troquelados practican
en los pesebre baleándose los halos.
Muerto hasta la inyección de oxigeno
en el submarino de los pulmones oceánicos

¿Como podré hacer para revivirme?
¿Como encontraré una coartada
luego de asesinarte?¿como me volveré
a morir luego?

Deseo sufrir la agonía más dolorosa
para que mi segunda muerte sea aun mas
sublime.