jueves, 29 de julio de 2010

Me estoy apocando de a muchos, de a montones,
antes tenia tantas joyas que hasta contaba a la nada entre ellas,
hasta la nada tenia un lugar privilegiado en el baúl de mis tesoros.
 Con muchos vacios hacia artesanías, 
hasta creía poder darle una utilidad
para el bien de la humanidad a la muerte, a la soledad,a la locura.
Pero ahora me estoy apocando de a todos, de a multitudes
y anidé a mi alma en un arbolito petrificado,al que el resto
de los arbolitos lo humillan y maltratan en la escuela, y las
arbolitas le dicen que es tan feo que cuando sueñan pesadillas
sueñan con él.
 Anidé a mi alma en un arbolito flaco hasta las raíces,
y sin historia, en el que nunca ni siquiera un perro meó, mucho
menos un niño trepó, o algo parecido, solo es presa
fácil para las termitas depuradoras de todo verde que no están dejando
en su esqueleto ni el caracú de la corteza. 
Me estoy apocando a infinitos, a inmensidades, a años  luz
recorre por segundo lo escaso, la villa miseria en la que
poco poco solos mi arbolito y mi alma soledamos.