domingo, 16 de mayo de 2010

Devenir cero

No es preciso en esta noche que se inmole el infinito
con el fuego del  silencio, no es exacto dividirme 
de mi sombra cavernauta, no es preciso 
que me arroje  hacia la piedra
que es del mar el mar y de ella misma piedra,
no es preciso navegar la aureola que se expande 
en los ojos de la soledad, en los ojos del tiempo
que usa lentes de contacto  color gris y es 
el gran maestro de la impostura.
Esta noche no es precisa en el azar del destino,
la vivo como ya vivida y como ya olvidada sin haberla
terminado de transcurrir, creo que tu alba se encapsula
en el espacio exterior como un cometa que chocará
contra la nada mas total, como la piedra aquella que nos 
arroja el mar a los ojos y nos llena de imágenes el telescopio 
interior. Esta noche no es preciso que me sueñes 
ni los angelitos, esta noche no es exacta.

Compuesta de carne y huesos, aun asi, esta 
noche no es mortal. A estas horas se rompió la placa 
de memoria de la computadora de dios,
quizás por eso no me sienta devenir.