Te llenas los bolsillos con polvo
de oros de estrella cada noche,
sales a comprar soles soledades
dibujados en el vidrio del éter de la
luna con agujas tatuadoras, amañanas,
sueñas, sueñas y sueñas.
Mientras tanto, sueños extranjeros
te sueñan ciudadana de almohadas
con pájaros de plumas con alitas
que vuelan a tu territorio ilimitado ,sin pasaporte
cruzan las fronteras, no hay aduana
en los sueños, no hay nociones ni naciones.
Caes, subes/bajas escaleras abismales,
vacías los vacíos de los peldaños con otros peldaños
atravezando una vez mas con tus pies a cada
descenso, a cada ascenso, toda la nada,
y cada balcón tenue es una imagen
recordada de algún sueño.
y cada balcón tenue es una imagen
recordada de algún sueño.
Preparas un trago con sustancias frutales
de sueños, te emborrachas
en el espacio del espacio de una sala
desamueblada a excepción de la barra
con licores de sueños justo a tiempo
antes de estar tan sombría eternatemporalmente.
Te repites la fórmula mágica espacio al cuadrado
igual a atemporalidad de teletransportación
esférica como un rezo.
Borracha bailas y ríes, siempre borracha de sueños
que quizás en otros mundos sueñen tus muertos
que vivos caminan, aparecen , se aguadan
y tan naturalmente han de estar en tus sueños
todo el tempo de mareas melodías.
Evaporas los ríos de la lluvia con apasionados
tangos,hablas sola a cada peldaño,
lloras con películas ambientadas con música de jazz
y todo se sucede vertiginosamente y
bailan con ritmo (algunos de tango y otros de jazz )
los escalonados caminos de tus sueños.
No hace falta que me digas nada, se que despertarás agitada
sin saber si sigues soñando o si vuelves a despertar
o si tu cama es tu cama o cualquier cama
entre todas las camas en las que soñaste
desde la niñez hasta a la adultez,
y sin mas que hacer intentarás
interpretar tus sueños,
le pedirás ayuda a tus amigos,
a los psicoanalistas ,a los desvelos
y a los próximos sueños que sueñes
solo para mantenerte alejada de cualquier
realidad que no sea soñada.
En ese plano estaré yo soñando,
o despertaré despertando con bandoneones de tango o
con saxofones de jazz como cortina, la cual
no he de correr para dejar entrar
al sol o a la luna o a los arboles
o a las ciudades o a las nubes que no se desprendan
de la forma y con la forma de tus sueños,
hasta la mil y una vez en que desueñes
tus sueños escalonados con el agujero
negro de dormir y no soñar.