El vaso estaba allì, tan inmovil sobre la mesa.
y ahora no podés explicarte que ese
tsunami cubra con su furia a los rascacielos
de tu alma,
¿que fuerza extraña mueve a las placas
de las entrañas de tu ser/oceano?
¿que apocalipsis condensa a la repentina tormenta?
El vaso estaba allì, tan simple sobre la mesa,
tan solo dos moleculas de hidrogeno y una de oxìgeno
serenas, esperando a ser bebida como si nada,
o e a ser vertidas sobre alguna solitaria
maceta,
Adorno vegetativo del patio
transfigurándose en algas arrancadas de
las profundidades.
¿quien podrà exlicarte como un tsunami
arrasa ahora a las playas de tu desnudez?
¿Quien prodrà explicarte?
sirena seca en la arena.
Tan indecible el secreto hasta para vos misma,
tan sordos los oídos de tu espejo.
Genial, increíble.
ResponderEliminarBrian.